lunes, 21 de septiembre de 2009

PONENCIA Nº 15 DEL 23/09/09

¿POR QUÉ LOS VALORES NO POSIBILITAN LA MORAL UNIVERSAL?
Saber cuáles deben ser los fines últimos de nuestra acción es un problema moral. Para tratar de resolver este problema debemos ingresar a nuestra disciplina filosófica con la finalidad de encontrar mediante la reflexión racional, cuáles deben ser los fines de nuestra existencia y una vez que se piense haberlos encontrado, se derivan de ellos las normas que deben regir nuestra conducta.

Cuando se elige un sistema de normas como pautas de conducta, la fundamentación que se encuentra para justificar la elección, es el valor del sistema. Pero, ¿Cómo determinamos el valor?. Todo lo que experimentamos cae dentro de categorías generales de valor hedónico. Es decir, todas nuestras experiencias caen dentro de sensaciones de placer o dolor. Estas sensaciones diferentes se convierten en valores para nuestro ser orgánico, para nuestra mente y nuestro cuerpo. Las sensaciones placenteras son deseadas y perseguidas. El placer, por lo tanto, es correctamente considerado un valor positivo. En cambio, el dolor es un valor negativo.

Los hechos que experimentamos en la vida, no siempre traen una respuesta inmediata de su valor. Los hechos son, por supuesto, aquello que siempre son objetivos: Son todo aquello que percibe nuestros sentidos receptores, como algo que se ve, se siente, se escucha y así sucesivamente. Pero el valor de los hechos, de la experiencia, sólo se obtiene por medio de la reflexión. Es un proceso subjetivo para pesar la percepción, en conexión con lo que ésta hace al ser. Es decir, el efecto que el hecho tenga en nosotros, constituye su valor.

EXPOSITOR

TORIBIO TORRES

Título de Contador Público en la UNMSMGrado en Ciencias Económicas en la UNMSMProfesor asociado en la Universidad de LimaEstudios de Filosofía y Teología en la Facultad Teológica Pontificia de Lima. Algunos de sus trabajos son: Tesis: El Entendimiento según Aristòteles (UNMSM); tesis: Galileo y la Astronomía (UNMSM); ponencia: " La metáfora sólo se que nada sé, según Socrates" en la Asociación Cultural y Educativa Búho Rojo; ponencia: "La moral según Kant" en el Cenáculo Yachaiwiñay; ponencia: " El permisus del mal según San Agustín" en el mismo cenáculo; ponencia: " El maestro y el saber enseñar" en el mismo cenáculo.
Local ASAMIL, calle Bellavista 262, Miraflores, frente a la calle de las pizzas, 7 pm.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias por la oportunidad de escribir, les voy a detallar los valores que conozco gracias a un sacerdote que me ayudò a recopilarlos.
La virtudes del Espìrutu Santo son: Sabidurìa, entendimiento, consejo, ciencia, fortaleza, piedad y temor de Dios.
Los frutos del Espìritu Santo son doce: Caridad, paz, generosidad, fè, domino de sì mismo, alegrìa, paciencia, bondad, mansedumbre, humildad, castidad; estàn comprendidos aquì tambièn el amor, la fidelidad y la benevolencia.
Ls virtudes teològales son: Fè, esperanza y caridad.
Las virudes Morales son cuatro: Prudencia, justicia, fortalza y templanza.
No los pude poner antes porque me olvidaba del papel en que los tengo escritos, ahì los tienen, las virtudes morales son las que cualquier persona puede tener inclusive no estando bautizado porque recuerden que todos estmos hechos a imagen y semejanza de Dios. Espero haber colaborado con ustedes. Sara Leonor Sotomayor Rocca.